La situación actual generada por la epidemia del Coronavirus (COVID-19), puede generar situaciones complejas en la gestión de las relaciones laborales entre las empresas y las personas trabajadoras.

A efectos de clarificar algunos aspectos os detallamos algunas consideraciones en las relaciones laborales como indicación básica, aunque iremos viendo los procedimientos definitivos que podrían variar según el desarrollo de la situación:

- Es importante recordar las medidas de protección recomendadas por el Ministerio de Sanidad a los trabajadores, por ejemplo mediante carteles.

- Omitir la información a la empresa de que se ha viajado a una zona de riesgo, puede suponer una sanción disciplinaria, puesto que va en contra de las obligaciones en materia de prevención de riesgos.

- El Servicio de Prevención no puede comunicar el nombre de los afectados por el COVID-19, solo la aptitud para el ejercicio de su puesto de trabajo o si existe la necesidad de modificar las medidas de prevención.

- Los trabajadores pueden negarse a viajar a zonas de riesgo, puesto que sigue las recomendaciones del Ministerio de Sanidad de no viajar a las zonas afectadas. Entonces, se podría considerar como el ejercicio del derecho de resistencia de los trabajadores

- La Incapacidad Temporal por COVID-19 no se considera contingencia profesional, puesto que la exposición al riesgo que no es específico del puesto de trabajo.

- En caso que la imposibilidad de prestar servicios no sea imputable a la empresa no seria necesariamente retribuida.

- Los trabajadores en situación de aislamiento preventivo serán considerados como incapacidad temporal derivada de enfermedad común.

- Se podría dar el caso de suspensión o extinción de contratos por fuerza mayor si existe una incapacidad de acceso al centro de trabajo o desabastecimiento de materias primas por hechos ajenos a la empresa y esta situación es imprevisible e inevitable.